EL JUEGO EN EL NIVEL INICIAL

FUNDAMENTOS Y REFLEXIONES EN TORNO A SU ENSEÑANZA

 

PATRICIA SARLE

INÉS RODRIGUEZ SAENZ

ELVIRA RODRIGUEZ

 


Todos los que trabajamos en y para el Nivel Inicial -docentes, directivos, responsables

técnicos y políticos, especialistas- debemos ser capaces de lograr una

garantía de educación de calidad, sobre todo para los niños que se encuentran en

situación de vulnerabilidad social2.


El Nivel Inicial es el primer escalón en la trayectoria escolar de los niños y es

como tal una experiencia única e irrepetible. La responsabilidad por la equidad

en materia de Educación Infantil debe contemplar a la vez inclusión y propuestas

educativas de calidad. Este Cuaderno es parte de una serie de propuestas de

enseñanza sobre el juego en el Nivel Inicial para niños y niñas de 5 y 4 años y ha

sido elaborada atendiendo a dicha responsabilidad.

Su propósito es mejorar las oportunidades educativas de los niños que asisten

al Nivel Inicial a partir de la reflexión y renovación de las propuestas de

enseñanza





Para esto se presentan propuestas:

Adecuadas a las características del nivel y a la edad de los niños

Actualizadas desde el punto de vista didáctico y pedagógico

Oportunas, ya que se plantean para desarrollar a lo largo de un año escolar

-el de asistencia obligatoria- para garantizar una experiencia de educativa

de calidad que en muchos casos aún sigue siendo la única.




A través de los Cuadernos que componen esta serie se pretende brindar elementos

para:

1. Comprender cómo el juego puede ser no sólo un medio para enseñar contenidos

sino también un contenido de valor cultural para los niños pequeños.

2. Comprender la importancia del rol del docente en la promoción del juego.

3. Conocer diferentes formatos de juego y su inclusión en el diseño de prácticas

innovadoras.



Son tres los aspectos que se consideran claves a la hora de pensar las propuestas

de enseñanza en esta serie:

La centralidad del juego.

La centralidad de los contenidos.

La organización de la vida cotidiana en el jardín de infantes que hace efectiva

el entrecruzamiento entre juego y contenidos.

 

Este énfasis puesto en los tipos de juego y los tipos de texto no deja por fuera

otros contenidos de cada Proyecto. De este modo, pueden reconocerse a lo largo

del desarrollo de las distintas propuestas, los aportes de las ciencias naturales y

sociales, de la matemática, las artes (plástica, música, expresión corporal, literatura).

Como se señala en los Núcleos de Aprendizaje Prioritarios para el Nivel

Inicial (2004), “nuestro objetivo es generar igualdad de posibilidades de

acceso a los conocimientos que contribuyan a la integración social plena

de los niños y niñas y al sostén de valores que favorecen el bien común,

la convivencia social, el trabajo compartido y el respeto por las diferencias”




 

Cada uno de los tipos de juego se vinculan con los propósitos y sentidos de los

Núcleos de Aprendizaje Prioritarios para el Nivel Inicial (NAP).

Juego con objetos y juegos de construcción.

El tema elegido en uno de los Cuadernos de la serie es “Casas, cuevas y

nidos”. La idea es invitar desde el juego a la creación de múltiples ambientes

y escenarios; indagar acerca de los objetos y los seres vivos, sus propiedades

y sus modos de combinación para descubrir, analizar, aprovechar y

modificar el entorno natural y social.

 

Juego dramático. A través de este tipo de juego se busca “Propiciar la

comunicación y expresión a través de los diferentes lenguajes verbales y no

verbales, brindando un ámbito confiable que ofrezca oportunidades para

adquirir seguridad en los recursos propios, en la relación con los otros y

que promueva el conocimiento del mundo cultural”. A la vez que “Promover

la alfabetización inicial reconociendo la importancia del lenguaje para el

acceso a los conocimientos, para recrear las prácticas culturales al mismo

tiempo que posibilitar el ingreso a otros mundos posibles.” (NAP, p. 14). En

este sentido, “…el reconocimiento de las posibilidades expresivas de la voz,

del cuerpo, del juego dramático y de las producciones plástico-visuales... la

producción plástica, musical, corporal, teatral por parte de los niños… (y)

la exploración, observación, interpretación de producciones artísticas”,

(NAP, p. 18) son medios para lograr estos propósitos.

Para juego dramático, en otro de los Cuadernos de la serie el tema seleccionado

es “Las Hadas, los duendes y los brujos” y el tipo de texto que se privilegia

como fuente de información es el literario. Este Proyecto se inicia

con la lectura de cuentos maravillosos, leyendas o poesías, en los que los

protagonistas permitan imaginar otros mundos posibles, crear ambientes

diversos y dejar volar la imaginación tomando como punto de encuentro

las múltiples posibilidades que ofrece el juego simbólico.

 

Juegos con instrucciones o reglas convencionales.

En un Cuaderno sobre juego

reglado se plantea un Proyecto para armar un Álbum de juegos. Son propósitos

de este proyecto aprender las instrucciones y los modos de jugarlos,

las variaciones en su formato que le asignan los diversos jugadores;

reconocer retahílas y rimas que relatan la regla... El tipo de textos que

andamia este proyecto son los textos instructivos (manuales, instrucciones,

recomendaciones).

Fundamentos y reflexiones en torno a su enseñanza

 

 

Juego dramático, en tanto toma como base la función simbólica propia de

los modos de conocer y comprender el mundo del niño pequeño.

Juego de construcciones, dado que ofrece la posibilidad de explorar las

propiedades de los objetos, construir escenarios para los juegos y responder

a modelos.

Juegos con reglas convencionales, que comprenden a los juegos tradicionales,

los juegos de cartas, con dados, recorridos, etc. Si bien este tipo de

juegos aparece con mayor fuerza durante el período de concurrencia a la

escuela primaria, -cuando los niños comprenden más cabalmente el sentido

de las instrucciones y el significado de no cumplirlas-, su abordaje en el

nivel es de una riqueza enorme tanto como espacio de apropiación de lo

cultural como experiencia de aceptación de normas sociales.

 

El propósito transversal y común a todos los Proyectos es brindar a los niños una

aproximación a la alfabetización inicial, definida como el conjunto de saberes que

implican el contacto con una diversidad de lenguajes (matemático, tecnológico,

científico, artístico, corporal) y al lenguaje escrito en particular (véase NAP p. 8).

En síntesis:

Cada Proyecto se centra en un tipo de juego como foco. Sin embargo,

pueden aparecer “armónicamente ligados” otros tipos de juego. Por ejemplo,

“Jugar a la Casita” en el Proyecto de “Casas, cuevas y nidos”, supone un

juego de tipo dramático junto con el de construcción. La confluencia de

ambos tipos de juego, enriquece y sostiene la propuesta.

Cada Proyecto necesita diferentes fuentes de información tanto para los

niños, como para los educadores. Aquí optamos por hacer hincapié en

diversos tipos de textos: textos narrativos (cuentos, leyendas, poesías)

para el juego dramático, textos instructivos (prospectos de medicamentos,

instructivos de juegos, manuales para el usuario de artefactos) para el

juego con reglas convencionales y textos informativos (enciclopedias, diccionarios)

para el juego con objetos y de construcción.

La selección de contenidos para la organización de los Proyectos se sustenta

prioritariamente en el campo del juego y de la alfabetización.

Asimismo, se asumen contenidos de diferentes campos de conocimiento.

presentes a lo largo del desarrollo de la propuesta.

 

La apreciación de imágenes visuales (como reproducciones de casas, retratos),

musicales (como la música llamada clásica para situarnos en alguna

escena en particular; los sonidos de las diferentes aves…) son fuentes que

nutren la imaginación de los niños y facilitan el desarrollo de su capacidad

creadora.

Finalmente, los Proyectos apelan fuertemente a mostrar cómo, en la

práctica de sala, se posibilitan actividades que facilitan el desarrollo de

la capacidad creativa y el placer por el conocimiento en las experiencias

de aprendizaje para todos los niños, tomando al juego como contenido

de alto valor cultural para el desarrollo cognitivo, afectivo, ético, estético,

motor y social (Véase Ley Nacional 26.206, art. 20 inc. C y D).

 

La Ley de Educación Nacional (LEN 26.206/2006) señala al juego como uno

de los objetivos de la Educación Inicial. En el artículo 20d propone

“Promover el juego como contenido de alto valor cultural para el desarrollo

cognitivo, afectivo, ético, estético, motor y social”.

Los Núcleos de Aprendizaje Prioritarios para el Nivel Inicial (NAP, 2004) destacan

su importancia en la acción educativa del nivel y la responsabilidad

del educador por enseñar a jugar dada la diversidad de historias culturales

y sociales que portan los niños. En este sentido señalan:

El juego en el Nivel Inicial

20

“La variación del juego está fuertemente condicionada por la pertenencia

social, por la experiencia y condiciones de vida (a qué y cómo se

juega). Si entendemos el juego como un producto de la cultura podemosafirmar que a jugar se aprende y en este sentido se recupera el

valor intrínseco que tiene para el desarrollo de las posibilidades representativas,

de la imaginación, de la comunicación y de la comprensión de

la realidad. Desde la perspectiva de la enseñanza, es importante su

presencia en las actividades del jardín a través de sus distintos formatos:

juego simbólico o dramático, juegos tradicionales, juegos de construcción,

juegos matemáticos y otros, que se desarrollan en el espacio de

la sala y en espacios abiertos” (Pág. 12).

 

 

¿Qué significa garantizar

la centralidaddel juego en las prácticas de enseñanza?

Enunciamos aquí cuatro afirmaciones sobre las cuales se sustenta este trabajo:

La necesidad de una “voluntad política” para integrar el juego en la sala.

Que no aparezca solamente de manera espontánea porque los niños juegan

o porque el maestro lo utiliza como recurso para atraer su atención o motivarlos.

El juego es generador de aprendizaje en los niños pequeños y desempeña

un papel importante en el modo en que comprenden y conocen el

mundo. La ausencia del juego en las salas no puede justificarse por falta de

tiempo o por la necesidad de incluir otros contenidos.

La necesidad de asumir al juego como contenido que requiere ser planificado.

El juego es un contenido y en tanto expresión cultural, demanda ser

enseñado. Esto supone que el maestro debe planificar el tipo de mediación

según el juego previsto, el tiempo, los espacios, los materiales, el modo de

operar de los jugadores y las estrategias que se van a diseñar para garantizar

que los niños se apropien de la propuesta lúdica.

En algunos Diseños curriculares se diferencia al juego como una actividad

en sí del juego como estrategia para enseñar. Ambas posibilidades

deben estar presentes en la sala.La necesidad de reconocer que se enseñan

juegos y se enseña “a través” de juegos. Es crucial lograr un equilibrio

entre ambas posibilidades. Así como la “atmósfera lúdica” no garantiza la presencia del juego, tampoco lo garantiza el uso del juego como medio

para enseñar4.

La necesidad de asumir la responsabilidad de la escuela de potenciar el

juego de los niños ofreciendo propuestas que aumenten su capacidad para

conocer, aprender y enriquecer su imaginación.

 

¿Qué entendemos por jugar?

 

El juego es un espacio de interacción a partir de la creación de una

situación imaginaria en la cual los niños se involucran voluntariamente

bajo la intención, el deseo o propósito de “jugar a”. En el juego, los

niños se acogen a las reglas que permiten que el juego se sostenga.

 

Tomemos esta enunciación y analicemos cada uno de los conceptos que menciona:

El juego tiene su origen en una intención, un deseo o propósito propio del

Jugador, “conocer y dominar la realidad”. Ahora bien, ya sea que se lo vincule con el placer, la diversión, el entretenimiento o la búsqueda de respuestas, el juego tiene su origen en el jugador. Por esto es automotivado.

La consecuencia inmediata de este origen, es que “nadie juega si no quiere”.

Es decir, el juego supone la voluntad del jugador. Tiene un carácter

voluntario. Esto no significa que el niño sea siempre quien inicia el juego y

que, por lo tanto, desde “fuera del niño” (la escuela, el maestro, otros niños),

no puedan proponerse juegos. Pero para que realmente exista, el

jugador debe “subirse” al juego, hacerlo propio.

Para “entrar en el juego” se necesita “salir de algún lugar”. Cuando el niño

juega crea un marco de realidad diferente que combina aspectos propios

de la realidad (fruto de la experiencia personal) y otros propios del campo

de la imaginación. Una situación imaginaria en la que el niño puede ser

otro (asumir roles o papeles sociales diversos); equivocarse sin temer las

consecuencias (porque puede comenzar de nuevo); encontrar respuestas y

ensayarlas; volver a vivir una situación pero dándole otro final.

Ahora bien, el marco que crea el juego está sujeto a las reglas propias del

contexto social donde es recreado. Reglas que no se verbalizan, como es es el

caso de las que orientan el juego simbólico y el de construcción5, o por el

contrario, reglas que se constituyen en instrucciones fijas a respetar para

sostener el juego (reglas convencionales propias de los juegos de mesa).

Todas ellas, son reglas que permiten que los juegos no sean caóticos y que

los diversos jugadores puedan jugar juntos aún sin ponerse previamente de

acuerdo más que en lo esencial.

Esta suerte de confrontación entre lo imaginario y lo real, las reglas y la

situación jugada, “yo, el otro y el nosotros”, hace que el juego, aún cuando

se juegue “a solas”, suponga la creación de un espacio de interacción. Es

decir, el jugador sabe que está jugando; y lo sabe, porque puede salir del

juego y decir “estoy jugando” (aún cuando no medien palabras).

El juego en el Nivel Inicial

22

El juego simbólico se organiza según las restricciones que rigen en la situación social que se está representando. Así,

se espera que “una mamá” actúe de determinada manera y aquel que asume dicho rol ajusta sus acciones a esas

reglas. El juego de construcción está regulado por las características de los objetos o escenarios que funcionan como

“modelos” para la construcción que se está realizando. Si el niño quiere construir un puente, sus decisiones se orientarán

a que su obra se parezca a la imagen que él tiene acerca de este tipo de construcción.

 

Por todo lo expresado, entre otras cosas, jugar le permite a los niños pequeños:

Manejarse en un contexto que le posibilita ejercitar funciones cognitivas

con las que ya cuenta, potenciar la exploración y la construcción del

conocimiento.

Negociar con otros, ponerse de acuerdo y compartir valoraciones, percepciones

y emociones sobre sí mismo, los otros y las cosas.

Construir un grado de confianza cada vez mayor en su propia capacidad

frente a lo que puede hacer y adquirir la fuerza de voluntad para perseverar

en el aprendizaje (logros que contribuyen a su autoestima).

Aprender a coordinar acciones, tomar decisiones y desarrollar una progresiva

autonomía.

Resolver problemas y reducir las consecuencias que pueden derivarse de

los errores frente a situaciones nuevas.

Enriquecer su mundo cultural al conocer y participar de producciones propias

de su comunidad y de otras comunidades.

 

Esto hace que resulte imperativo focalizar y reflexionar acerca de la organización

de las propuestas en relación con la organización del tiempo, para identificar la

dedicación a cada tipo de actividad y visualizar qué rasgos asume la propuesta

global en el día a día de la sala.

Además, en relación con los tiempos de juego, resulta imprescindible volver a

pensar la intencionalidad con la que se lo incluye. Queda claro, según las cifras

expresadas anteriormente, que la presencia del juego resulta demasiado limitada

y pobre. Si, por añadidura, la propuesta de juego sólo está referenciada al

juego espontáneo o como vehículo para enseñar contenidos, la situación se hace

más preocupante aún.

Si bien el juego puede ser pensado como método, recurso, motor de desarrollo y

modo de presentar las actividades, lo que está puesto en cuestión es el hecho de

jugar; la posibilidad de ofrecer espacios y tiempos que le permitan al niño acrecentar

su repertorio lúdico, usar su imaginación en la creación de escenas,

expresar sus ideas a través de un tipo de actividad que le es propia.

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